Pasé con notas sobresalientes todas las materias, aunque hubo momentos en los que pensé que no terminaría el cuatrimestre.
En este desafío aprendí de todo un poco, desde el valor de la paciencia, el significado de la perseverancia y la importancia de la humildad, hasta la fórmula que da como resultado la madurez.
Aprendí que soy el único responsable de mi futuro, que solo de mi fuerza de voluntad dependo, que si no arriesgo no avanzo, que salir adelante duele, que lograr metas cuando vienes desde abajo requiere el triple de sacrificio y que solo los que estén dispuestos a pagarlo recibirán aplausos y confeti.
Aprendí a enfocarme, a no compararme, a no mirar a los lados, a ir a mi velocidad, porque al final, cada uno está escribiendo su historia.
Me gradué con honores en la universidad de la vida, la misma en la que sigo aprendiendo a cómo convertirme en un mejor ser humano.